Estaba confundida, no enferma
Cuando llegó Dana a mi vida, hacía casi un año que yo me encontraba sumergida en la depresión, no salía de la cama, no comía, y tomaba 13 pastillas para poder soportar el peso en el que se me había convertido la vida.
Dana hizo un proceso de dos meses y medio que me transformó mi esquema mental.
Día de por medio entre tardes y mañanas de tres a cuatro horas en cada encuentro me hablaba de cosas que ya no recuerdo, me hacía hacer dibujos, me hacía escribir, caminábamos juntas a orillas del mar, nos reíamos, me hacía ver la vida desde su conocimiento de una manera muy diferente.
Jamás me sentí enferma, pero si me hizo ver que estaba confundida, poco a poco yo sentía como ya no requería de pastillas y mis fuerzas volvieron y con más poder.
Salí recuperada hasta el día de hoy, y esto hace seis años.
Mi vida cambió por completo.
Gracias Dana no sólo por tu profesionalidad si no por tu calidad humana.
Gracias
Consuelo Milla